domingo, 26 de diciembre de 2010

Zaratustra dice



Mas Zaratustra miró al pueblo y se maravilló. Después habló así:

El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, - una cuerda sobre un abismo.

Un peligroso pasar al otro lado, un peligroso estar en camino, un peligroso mirar hacia atrás, un peligroso estremecimiento y un peligroso detenerse.

La grandeza del hombre consiste en ser un puente y no una meta: lo que se puede amar en el hombre es que es un tránsito y un ocaso.


Nietzsche intuía el estado provisional del hombre, el hombre como ser en marcha perpetua, como ente en formación desigual, en un estar haciéndose. No sé por qué recuerda un poco la idea de Marx de que el hombre está viviendo todavía en la prehistoria y no ha alcanzado aún la verdadera historia. El hombre como estado puente, como individuo y como ente social. La clarividencia de ambos pensadores coincide en la comprobación de los límites del ser personal y en la tendencia a superarse. Si para Marx el hombre no se realiza a sí mismo sin que se realice el hombre colectivo, para Nietzsche es el ser íntimo y personal, o acaso el hombre simbólico por excelencia, aquello que abre y rasga, al que despoja de una suerte de alegría insensata, al que zarandea y rescata para ir más allá. ¿No hay algo de poetización en el mensaje que Nietzsche dirige al hombre a través del intermediario llamado lector? 



Imagen. Hombre caminando entre la niebla, según http://joachimmalikverlag.blogspot.com

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