miércoles, 11 de enero de 2012

Interpretar el cambio, propuesta de Günther Anders



No basta con transformar el mundo. Eso lo hacemos sin más.
Eso sucede ampliamente incluso sin nuestro concurso.
También tenemos que interpretar esa transformación.
Y precisamente para transformarla.
Para que el mundo no siga cambiando sin nosotros.
Y no se transforme al final en un mundo sin nosotros.


(Günther Anders, La obsolescencia del hombre. Editorial Pre-Textos)






Esta breve autocita que Anders coloca en su libro La obsolescencia del hombre  –un extenso, radical e incisivo tratado de antropología filosófica-  está cargada de exigencia. Tal vez, y viendo además la dimensión y proyección de su obra, es una sentencia. Es como si dijera: el hombre, a través de su realización en las sociedades más avanzadas y paradigmáticas que han existido, ha tocado fondo. Hay una materialización de la creación humana de tal magnitud y complejidad que ha adquirido carta de naturaleza por sí misma. Pero que no se piensa a sí misma y, al no hacerlo, sus leyes pueden seguir funcionando por inercia sin considerar respuestas a la existencia y a los desafíos con que se encuentra ya el individuo. La obra acumulada por la especie humana a través de sus realizaciones tecnológicas ¿va a engullir al hombre? Esta podría ser una de esas preguntas centrales que muchos damos vueltas. Y al engullirle, ¿le va a privar de su identidad y de los valores que  -más allá de ideologías-  el individuo asume en su esencia desde el principio de los tiempos como un objetivo irrenunciable? El individuo y la colectividad deben encarar una tarea de envergadura en que toda esta inmensa transformación, que parece incontrolable e infinita, vaya en la dirección en que el hombre no se sienta arrojado a las tinieblas o a la propia anulación. La materialización técnica de la humanidad parece que tiene un curso propio que no acabamos de comprender. No interpretamos ese ingente esfuerzo y esa enorme transformación, de tal modo que no sabemos si nuestra propia creación se nos escapa y actúa ya contra nosotros mismos.


12 comentarios:

  1. No tinc cap esperança en el rastre que pugui deixar la raça humana. Som a la Terra per pur atzar, i la Terra igual, com tota la des-composició de l'univers que ignorem.
    Som joves pel que fa a la formació del nostre cervell, i l'evolució cap a resultats superiors, si és que estan dissenyats, necessitarà milions d'anys.
    Té raó el filòsof en el seu pessimisme, però serem una mica més feliços si vivim, alhora, "tocant" aquesta Terra i valorant el que tenim.
    Escric amb signatura perquè no hi ha opció i he de triar anònim.
    Olga

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  2. Olga, bienvenida. Ignoro por qué razón no puede salir tu dirección de blog.

    Cuesta tener esperanza sobre nuestro paso por la Tierra. De todos modos, aunque desvirtuemos y cambiemos su rostro respecto a lo que ha sido los últimos miles de años, estoy seguro que si desaparece nuestra especie la Tierra se recuperará, no sé si bajo otros parámetros. Pero el tema no es ese, sino qué podemos hacer aún para evitar la autobarbarie. Por qué no pensamos más en esta escisión que estamos protagonizando con el ámbito que nos permitió crecer. Pensar que estamos por azar -nada puro, sino más bien complejo y mixtificador- lo comparto pero no me tranquiliza ni me hace sentirme mejor. La evolución de nuestro cerebro (y de otras partes del cuerpo, piensa en qué van a acabar los pies humanos con tanto vehículo) estará en función de lo que realicemos en los prósximos tiempos. Si es que va a haberlos, porque el arma atómica, tan tentadora, puede mandarlo todo al carajo. Creo que Anders (¿sabes que Günther Anders fue el primer marido de Hannah Arendt?) tiene una excelente visión y transmite esperanza. Pero implícitamente dice que la esperanza sin el esfuerzo no sirve para nada. Ya ves.

    Gracias y pasa cuando gustes con tu sabrosa opinión.

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  3. Tengo la sensación que el hombre como alguna vez lo conocimos, ha llegado a un límite. No basta con cambiar si no se detectó qué hay que cambiar.
    Un saludo.
    HD

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  4. Humberto, también tengo esa impresión. Pero a la vez me pregunto si cíclicamente, en períodos críticos de la historia, no habrán tenido los hombres semejantes cuitas. Hoy en día los riesgos son elevados, los desafíos difíciles de medir y las soluciones resultan enigmáticas. Da la sensación de que todo está sumamente complicado.

    Te doy la razón. Para cambiar hay que tener conciencia de la necesidad de cambio. De fondo, no de muletilla electoral, como aquí en España sucede con frecuencia.

    Cordialmente.

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  5. D&Escritores. Yo también lo comparto. Bienvenido.

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  6. Pues a pesar de todo el pesimismo y de ser una realista contundente y bien informada, creo en la razón. Creo que el desastre será tan grande que lo que quede después de él preservará, cuidará y mimará la herencia, por mas ruinosa que ésta sea.
    No hay que olvidar que posiblementa seamos los mismos, siempre ,una y otra vez, porque descendemos de las primeras genéticas una vez y otra entremezcladas.

    Un saludo

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  7. Genetticca. No está de más creer en la razón, obviamente. Pero precisamente porque creemos en ella tenemos que ver los lados oscuros y posibles de la evolución de la cultura humana. Sobre el desastre que llegue mejor no hacer ficción. Pero el desastre no es una situación que llega un día porque sí y menos de improviso. Ya se instala por sí mismo en nuestra cotidianidad, en el desinterés, en la ociosidad fuertemente ideologizada (¿qué otra cosa es el mercado atrapador sino ideología?) y en la falta de fe en los medios disponibles y en su utilización, es decir en nosotros mismos.

    ¿Los mismos siempre? En el sentido de que late una composición natural y cultural ancestral, que nos hace repetir todo tipo de pasiones y conductas, puede. Pero hay un lado cambiante, decididamente modificado enn el transcurso de ese tiempo humano. Nada largo, por cierto.

    Gracias, un abrazo.

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  8. Interesante blog, publicaciones que permiten actualizarnos en informacion., Te sigo
    Un abrazo

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  9. Eres muy amable, Lapislazuli. Bienvenida y párate cuanto gustes.

    Gracias.

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  10. ¿El hombre ha llegado a ser el 'Prométhée aux Enfers' que intuía Camus?
    Te sigo leyendo.
    PeterP.

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  11. Probablemente, modernoPeterpan. Es nuestro sino. Tendremos que irnos acostumbrando.

    Muy amable por detenerte aquí.

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