jueves, 19 de mayo de 2011

Esa persiana que nos desprovee



“El tiempo: una persiana que se cierra como una guillotina impidiendo ver, impidiendo tomarle el pulso a las cosas. Nuestro tiempo es un no-tiempo que obliga a sobrepasar el ritmo, todos los ritmos, logrando vencer la gravedad de los cuerpos y su armonía. Hubo un tiempo en que vivir era mirar, despacio y en silencio.”


(De Filosofía en los días críticos. Diarios 1996-1998, por Chantal Maillard. Edición de Pre-Textos, 2001)






¿Conocimos alguna vez ese tiempo? Asalto de un ligero recuerdo, en algún hueco de la infancia, de otro ciclo, de otro lugar. Tenderse en el parqué de madera de un piso de alquiler, ventanas y balcones abiertos de par en par, tratando de que un aire circulante aligerara el ambiente cálido y detenido. La observación al alcance de la mirada inexperta. La inexperiencia como garante de la calma. La calma como sospecha de lo imaginado. Tiempo para la ficción. Para el abandono y el ensueño. Una elipse cuyo vector se desplazaba inadvertidamente. Aquella lentitud no lo era para todos, pero tenía una presencia compartida. Veíamos más. Algo diferente fue entrando en las vidas a medida que crecíamos unos, que envejecían otros. Extrañas coordinadas fueron infiltrando nuestros pequeños espacios, presionando sobre nuestras mentes, obligando a una competencia donde el tiempo innato se iba perdiendo, y la plenitud se vaciaba. Nada que ver el transcurso de los días que llegaron con el concepto antiguo. Empezamos a mirar de otra manera, a escuchar a la carrera y desconcentrados, a actuar llevados por la inercia de que cada jornada pudiera ser la última. Engaño de comernos el mundo. Empequeñecimiento. Nada hay de tiempo en esta actitud de vida, sino más bien de desgaste y acabamiento. El tiempo era una manifestación con sentido, y lo captábamos. Nos poseía y nos entregábamos dulcemente. Lo que llegó: una frágil vorágine donde la plenitud es obsesión inalcanzable. Hasta desproveernos.


8 comentarios:

  1. Hubo un tiempo en que la noche era preludio de verbos pacientes y recados de inercia sencilla,
    hubo un tiempo en que el tiempo no entendía de relojes apuntalados al camino, hubo un tiempo de verdades sin traficar y de agua que, al tiempo que era humilde, calmaba,...era esencia...

    Te felicito por este espacio, Alma Bárbara, es un lecho maravilloso donde ungirse de fascinantes reflexiones...

    Un saludo cordial

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  2. E igual que la noche lo era el invierno, por ejemplo. Tiempos fenecidos.

    Este blog es un curso de agua donde las palabaras se someten a su propia disolución.

    Muy amable por pasar. Gabriel Amorós.

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  3. Preciosa cita. Hubo un tiempo, lo hubo, ahora vive más o menos deformado conforme interés inconsciente en nuestra memoria. Luego se morirá la memoria, pero llegarán las otras memorias que se construirán sobre las cenizas de las nuestras. El eterno retorno con distinta vestimenta mientras esto siga girando. Beso.

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  4. Tuve la suerte de vivir esos tiempos, de disfrutar de momentos mirando el mar y escuchar el canto de sus olas, de ver caer la lluvia azotando los cristales de mi balcón, o los relámpagos cayendo sobre el horizonte del mar. Luego lo perdí, pero he vuelto a recuperarlo ahora para disfrutar tomando una cerveza con un amigo mientras charlamos tranquilamente, o pasear con mi perro por la orilla del mar, sin prisas, siempre sin prisas.
    Creo que soy un afortunado.

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  5. Emejota, la eterna recurrencia. Porque el referente es el pasado y la memoria es su tesauro. Y menos mal. Gracias, y disculpa el despiste de no haberte respondido antes.

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  6. Carlos, lo eres en grado cuasi absoluto. E incluso cuando uno no puede ejercitar esos comportamientos relajados pone en acción el recuerdo. A veces, simplemente paseando por el barrio donde uno se crió, si es que queda.

    Perdona no haberte respondido antes, sufrí un lapsus monumental, al igual que con Emejota.

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  7. y ante todo no sabes la desazón que produce esa persiana hogañera con ese pequeño roto.

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  8. Una persiana hogareña de un hogar abandonado, Jesús. Más desazón todavía.

    Muchas gracias y saludos.

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